Belén Fernández es diputada del PSOE en el Congreso por la provincia de Cáceres. Diputada en la XIII y XIV legislaturas, fue concejala en el Ayuntamiento de Cáceres y es secretaria ejecutiva de Cooperación al Desarrollo del PSOE.
El papel de las mujeres en la historia ha sido invisibilizado porque en el pasado, aquellas que rompieron con lo establecido y demostraron aptitudes y capacidades reservadas a lo masculino, eran causa de desprecio y de burla. Los logros de mujeres arquitectas, filósofas, músicas, políticas, biólogas, escultoras…fueron olvidados e incluso, en ocasiones, atribuidos a hombres, y por ello en el presente no están en nuestros libros ni se las estudia en los colegios. Mujeres inteligentes y emprendedoras que dejaron importantes legados para la Humanidad, pero olvidadas por una posición de poder reconocida a los hombres que ha marcado sus roles en sociedad, dónde la participación de las mujeres en el espacio público y de toma de decisiones ha sido permanentemente dificultada.
Lo que no se ve, no existe, e invisibilizar a las mujeres es negarles el reconocimiento en sus diferentes esferas de desarrollo, con el objetivo de perpetuar un status de superioridad masculino.
Ocupar el espacio que nos corresponde sigue siendo un hándicap, y luchar para vencerlo, objeto de burla que adultera la opinión, con trascendencia para los derechos, las libertades y la seguridad de las mujeres.
Espinosa de los Monteros, en la sesión de control al Gobierno de esta semana, se dirigió a la vicepresidenta primera con esta frase: “Usted es noticia porque no se quiere hacer una foto”, Luis de Guindos con sorna pronuncia un “a mi no me toca”, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, habla de postureo y añade que les “concierne bastante poco”, o el presidente de la Confederación Empresarial de Madrid, Miguel Garrido, habla de un tema sin trascendencia que no entiende, a la vez que justifica que de 10 vicepresidencias en la CEIM, solo dos estén ocupadas por mujeres. El contexto por el que se producen estas declaraciones lo sabemos: la Vicepresidenta Calviño se negó a posar en una foto con los organizadores de un acto de la patronal madrileña, por ser la única mujer.
Es significativo contextualizar que el evento trataba sobre liderazgo empresarial (“Madrid Leaders Fórum”) porque las fotos son la imagen del contenido y , en este caso, el mensaje de la foto es el de ausencia de liderazgos femeninos en el ámbito empresarial, ¿de verdad no hay mujeres brillantes, más que capaces y con dotes de liderazgo empresarial?, ¿no las hay, o hay que invisibilizarlas para limitar su carrera, y con ello mostrar que el poder pasa por señores con chaqueta y corbata? La foto no es una frivolidad, es el mensaje.
Un mensaje que perpetua ese estatus de superioridad masculino, que conlleva un status de sumisión femenino. Si, acabar con esa relación de superioridad – sumisión nos interpela como sociedad, porque invisibilidad es involución en derechos y potenciación de un rol de dominación, que es la base de las discriminaciones hacia las mujeres y de la manifestación más terrible de desigualdad entre hombres y mujeres: la violencia de género.
Señores y señoras machistas, no se trata de postureo, no es una frivolidad, no se demoniza a los hombres; si, es feminismo, es igualdad de oportunidades, de derechos, de libertades, es calidad democrática, y es un orgullo que España tenga una Vicepresidenta manifiestamente comprometida con todo ello.
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